Los derechos humanos son universales e indivisibles. Sin embargo, con el
desarrollo de la red global, las libertades están disminuyendo poco a poco.
Los organismos reguladores a menudo intervienen, violando derechos como el acceso a Internet,
la neutralidad de la red, la privacidad, la libertad de expresión, la difusión de información,
la educación o incluso el derecho al olvido.
Esta tendencia existe. ¿Por qué?
Debemos reconocer que muchos países siguen un escenario regresivo.
Por ejemplo, Cuba, Vietnam, Turkmenistán, Brasil, China, Irán, Rusia y Bielorrusia
comparten un rasgo común: la manipulación del aparato estatal se reduce a una
fórmula: si no podemos controlarlo, debemos prohibirlo.
Como muestra la historia, ya se han dado precedentes de este tipo, y la gente aprendió
a leer entre líneas, ver entre letras y comunicarse en un lenguaje que solo ellos entendían.
¿Qué le espera a la humanidad?
La libertad de expresión no se puede detener. El único camino radical es el de Corea del Norte, donde las computadoras (si existen) se usan como televisores porque en lugar de Internet tienen una intranet débil y miserable. Otras estrategias serán como luchar contra molinos de viento, lo que aumentará el interés en la dark web y en métodos más sofisticados de transmisión de datos.
Los enfoques despóticos no pueden ser alternativas atractivas para los países civilizados. Cualquier grito o prohibición indica problemas en las autoridades. Es una mera histeria que oculta un dolor más profundo.
Sin embargo, no debemos olvidar que junto con los derechos vienen las responsabilidades. Por ejemplo, es inaceptable incitar a la discriminación, al odio y a la violencia. Dirigiría estos esfuerzos a enseñar a los niños desde pequeños a respetar los derechos de los demás. Esto es mucho más útil y efectivo que desmantelar el ciberespacio.
En cuanto a problemas más serios (pornografía infantil, derechos de autor, suicidio, soberanía, etc.), activistas, especialistas en TI, empresas tecnológicas y gobiernos deben colaborar internacionalmente para encontrar soluciones sostenibles a estos problemas complejos. El diálogo constructivo es indispensable, y debe comenzar con abordar el monopolio de ICANN, que hoy es inaceptable.
¿Qué pueden hacer quienes viven en países con regímenes represivos?
Confía en ti mismo: analiza por qué se aprueban algunas regulaciones y otras no. Desarrolla el pensamiento crítico, compara fuentes y, siempre que sea posible, contribuye a la construcción de una sociedad civil. Para eludir la censura, ocultar rastros digitales y mantener el anonimato, usa DEEPRISM u otras VPN confiables.
Mi misión es apoyar el acceso libre y seguro a Internet, una tarea a la que he estado comprometido durante más de nueve años. Si tienes preguntas, contáctame en: [email protected].